CATALINA DE ERAUSO



CATALINA DE ERAUSO

Catalina Erauso y Pérez Galarraga, nació el año 1585, en Sebastián,Guipuzcoa ,España Cotaxtla, cerca de Orizaba, popularmente conocida como "la Monja Alférez" fue una militar y monja y uno de los personajes más legendarios y controvertidos del Siglo de Oro español


Algunas fuentes citan 1585 como el año de su nacimiento, incluyendo la polémica autobiografía de 1626. Otras fuentes señalan el año 1592 como año de su nacimiento de acuerdo principalmente a su partida de bautismo.

Sin embargo, este podría ser el año en que fue bautizada con siete años de edad, situándose su nacimiento en 1585 (tal y como la propia Catalina afirma en su autobiografía). Se sabe que fue hija del capitán Miguel de Erauso y de María Pérez de Gallárraga y Arce, naturales y vecinos acomodados de la entonces Villa de San Sebastián (Guipúzcoa)

Su padre fue un importante militar, comandante de la provincia vasca a las órdenes del rey "Felipe III de España". Desde su infancia jugaba con su padre y sus hermanos en las artes de la milicia.

A los 4 años de edad, aproximadamente en el año 1589, fue internada en el convento dominico de San Sebastián en su pueblo natal, junto a sus hermanas Isabel y María. En este convento, su tía doña "Úrsula de Urizá y Sarasti", prima hermana de su madre, ostentaba el cargo de Prior" Dicho Convento"se hallaba unido a la Parroquia de San Sebastián el antiguo, así llamada por ser tradición en la ciudad que allí fue el sitio donde estuvo la primera población con ese nombre. Era una práctica normal en ese tiempo internar a tan temprana edad a las niñas para ser educadas en "las labores propias de su sexo" y posteriormente poder ser desposadas "como Dios manda". Por su carácter explosivo y ante la dificultad de las religiosas de ese convento para controlarla, fue cambiada al Monasterio de San Bartolomé de San Sebastián, donde las normas eran mucho más estrictas, y en este lugar vivió hasta los 15 años.

Allí se dio cuenta que no tenía vocación religiosa, por lo que se sintió encarcelada y rehusó profesar los votos. En una ocasión llegó al convento una novicia viuda llamada doña Catalina de Aliri, con quien tuvo altercados y peleas a golpes constantes, por lo que fue recluida en su celda. Por tal motivo, la noche del 18 de marzo encontró las llaves del convento colgadas en un rincón y aprovechó para escapar; se hizo ropas de hombre con los materiales que tenía a su alcance, se cortó el cabello y escondió el hábito. Contaba entonces con 15 años de edad.

A partir de entonces comenzó una vida de prófuga que posteriormente narró en su autobiografía, lo que le otorgó una gran fama. Anduvo de pueblo en pueblo comiendo hierbas y manzanas que encontraba en el camino, y así llegó a pie hasta Vitoria, ciudad que dista leguas de San Sebastián. Ahí encontró al doctor don Francisco de Cerralta, catedrático, quien la recibió y le ofreció vestido sin reconocerla. Este hombre estaba casado con una prima hermana de su madre.

Estuvo con el catedrático durante 3 meses, en el cual aprendió algo de latín. Tras haberla forzado a seguir estudiando y un intento de Abuso sexual, Catalina tomó dinero del doctor y se encontró con un arriero con quien se arregló y llegó hasta a Valladolid, en donde en ese entonces residía la corte del rey Felipe III de Felipe III de España", ampliamente influido por "Francisco de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma, "Valido del Rey".

Catalina sirvió en la corte como paje del secretario del rey "Juan de Idiáquez", disfrazada de varón y bajo el nombre de Francisco de Loyola, durante siete meses. Tuvo que huir de Valladolid cuando se encontró con su padre, que venía buscando a Don Juan de Idiáquiez, pues eran buenos amigos. Su padre iba pidiendo información para localizarla, describiendo su aspecto físico y la manera en que había escapado del convento. Curiosamente, su padre no la reconoció a pesar de haber hablado con ella, y finalmente tomó la decisión de huir nuevamente. En esta ocasión tomó el largo camino hacia Bilbao, volviéndose a arreglar con un arriero. 

Al llegar no tuvo la misma suerte de los lugares anteriores, no encontrando hospedaje ni mecenas, a lo que se sumó un altercado con unos jóvenes que intentaron asaltarla, por lo que tomó una piedra e hirió a uno de ellos. Ello le valió un mes de cárcel, hasta que el joven sanó, aunque no fue descubierta. Una vez que salió de la cárcel fue a Estella Navarra y en este lugar consiguió acomodarse como paje de un importante señor de la localidad llamado Alonso de Arellano. Catalina sirvió en su casa dos años, siendo siempre bien tratada y bien vestida, entre: "1603-1603.

Tras sus años al servicio de Arellano, y "sin más causa que mi gusto" como ella misma declaró, regresó a San Sebastián, su pueblo natal, donde estuvo viviendo como varón y pendiente de sus familiares, a quienes veía frecuentemente, así como asistiendo también a oír misa a su antiguo convento con sus ex-compañeras. Cabe la posibilidad de que sirviera a su tía priora sin ser jamás reconocida. Pasado el tiempo llegó al Puerto de Pasajes en donde halló al capitán Miguel de Berróiz, quien la llevó a Sevilla, permaneciendo ahí solo dos días, y regresando luego a San lúcar de Barrameda. En esa villa consiguió una plaza como Grumete" en el galeón del capitán Estaban Eguiño, que era primo hermano de su madre, y embarcó según sus memorias en el lunes santo del año de 1603 "rumbo a América. Al parecer Erauso sintió lo mismo que muchos vascos de su época: la llamada de Indias .

Catalina de Erauso todo este tiempo lo pasó disfrazada de varón, con el cabello corto y usando distintos nombres, como Pedro de Orive, Francisco de Loyola, Alonso Díaz, Ramírez de Guzmán o Antonio de Erauso. Según parece su físico no era nada femenino, lo que le ayudaba en su engaño. Concretamente, Catalina confesó en una ocasión que "se secó los pechos con un ungüento secreto.

Viajes por América

Catalina de Erauso Hazañas militares. El primer punto que tocó en América fue en el Castillo de Araya" Punta de Araya, hoy parte de Venezuela, donde tuvo un enfrentamiento con una flota holandesa bien armada a la que derrotaron. De ahí partieron hacia Cartagena de Indias, Nombre de Dios,donde estuvieron nueve días, muriendo varios marinos por causa del clima. Embarcaron la plata y una vez listos para regresar a España, Catalina mató a su tío de un disparo y le robó 500 pesos, saliendo después a tierra y diciéndole a los marinos que su tío la había mandado a un negocio. Una hora después, el navío regresó a Panamá; donde estuvo tres meses. En Panamá comenzó a trabajar con Juan de Urquiza, mercader de Trujillo con quien partió después hacia el puerto de Paita Perú, donde el comerciante tenía un gran cargamento.

En el puerto de Manta (Ecuador)" (en la actualidad/ Ecuador") , un fuerte viento derribó el navío y tuvo que nadar para salvarse junto con su amo. El resto de la tripulación pereció. Después de un breve tiempo en Paita,villa abundante en ganado, granos, frutas y tabaco del Perú, donde su amo la acogió contento de recibir buenas cuentas de la Hacienda" de Paita, dándole además de casa, vestido y una gran cantidad de dinero, así como tres Esclavitud" esclavos;negros para su servicio exclusivo. En Saña tuvo un pleito con un joven que la amenazó en un "Corral de comedias"(al parecer por pedirle Catalina que no obstruyese su vista al sentarse), y acabó cortándole la cara a aquel que la había retado.

Fue llevada a la cárcel y a través de gestiones de su amo Juan de Urquiza, y del obispo de aquel lugar, evitó seguir más tiempo bajo arresto con la condición de que se casara con doña Beatriz de Cárdenas, dama de su amo y tía del sujeto al que le había cortado la cara. Con intención de no ser descubierta, se negó rotundamente a dicho casamiento. Pasó a la ciudad de Trujillo,donde su amo le puso una tienda. Sin embargo, el sujeto al que había herido en la cara llegó a buscarlo acompañado de dos amigos para retarla de nuevo, salió de su tienda a atender el reto junto con otro aliado, y en el combate cayó muerto un amigo del herido.

Por esta muerte en el duelo fue nuevamente encarcelada, y después de salvarla nuevamente su amo, le dio dinero y carta de recomendación y la envió Lima, que era la capital del entonces Virreinato. Entregó su carta de recomendación a Diego de Solarte, mercader muy rico y cónsul mayor de Lima, y a los pocos días le hizo entrega de su tienda. Regentó este negocio durante nueve meses, pero fue despedida al ser descubierta "andándole entre las piernas" a una doncella hermana de la mujer de su amo. Hallándose desempleada, se encontró con un reclutamiento de compañías para la conquista de Chile y, acuciada por la necesidad de encontrar un nuevo empleo, se alistó a las órdenes del Capitán Gonzalo Rodríguez, a compañada por mil seiscientos hombres de Lima;a la Ciudad de Concepción (Chile).

En la batalla de Valdivia" "Alférez".

En la siguiente batalla de Purén murió el capitán de su compañía y ella asumió el mando, ganando la batalla. Sin embargo, debido a las múltiples quejas que existían contra ella por su crueldad contra los indios, no fue ascendida al siguiente rango militar. Esta frustración provocó que por un tiempo se dedicará a cometer actos vandálicos, como asesinar a cuanta persona se le atravesaba en el camino, provocar numerosos daños y quemar sembrados enteros. En Concepción (Chile)"asesinó al auditor general de la ciudad, por lo que fue encerrada en una iglesia seis meses. Tras ser liberada, asesinó en otro duelo a su hermano Don Miguel de Erauso, siendo nuevamente encarcelada ocho meses.

Huyó a la Argentina cruzando los Andes" a través de una ruta de difícil tránsito. Fue recogida al borde de la muerte por un lugareño y llevada a Tucumán, donde prometió matrimonio a dos jóvenes, la hija de una viuda india (la cual había acogido a Catalina en su finca durante su convalecencia) y la sobrina de un canónigo. Terminó huyendo de allí sin casarse con ninguna de ellas, aunque conservó el dinero y las prendas de vestir de Holanda que le regaló la sobrina del canónigo como señal de amor.

Catalina de Erauso

Después marchó a Potosí donde se hizo ayudante de un sargento mayor, y volvió nuevamente a pelear contra los indios, participando en grandes matanzas en Chuncos. En la Plata "Chuquisaca" fue acusada de un delito que no cometió, fue torturada y finalmente fue puesta de nuevo en libertad (sin desvelarse su identidad). Una vez fuera de prisión, se dedicó a traficar trigo y ganado a las órdenes de Juan López de Arquijo. Un nuevo pleito la obligó por enésima vez a refugiarse en una iglesia. En Pisco-bamba, por rencillas de juego, mató a otro individuo. Esta vez fue condenada a muerte, pero fue salvada en el último minuto por la deposición de otro condenado a muerte. A continuación permaneció en El Asilo en sagrado "asilo en sagrado otros cinco meses en una iglesia en la Plata debido al duelo con un marido celoso.

Cuando se trasladó a La Paz" fue condenada otra vez a muerte por otro delito. Para escapar, fingió confesarse y, tras apoderarse de una hostia consagrada, huyó al Cuzco y regresó nuevamente al Cuzco. Sobre este hecho, el Tradiciones Peruanas (Ricardo_Palma)" : escribió la tradición titulada «¡A iglesia me llamo!» Tras marchar con su compañía hacia Chile "su ejército arrasó las tierras y los bienes de los mapuches mostrando su lado belicoso como conquistadora al masacrar muchos indígenas".

En Chile fue acogida por el Secretario" gobernador, que era su hermano don Miguel de Erauso, el cual no la reconoció. Catalina de_Erauso. Permaneció tres años ahí hasta que, debido a una disputa con su hermano,(posiblemente por otro lío de faldas) fue desterrada a Paicabí, tierra de indios. Allí luchó al servicio de la corona en la Guerra de Arauco contra los de Chile, ganando fama de ser valiente y hábil con las armas y sin revelar que era una mujer.

Regreso a España y audiencia con Felipe IV. 

"Regreso a América y últimos años al "Perú", a causa de una disputa. Para evitar su ajusticiamiento pidió clemencia al Obispo" Agustín de Carvajal, al que confesó que era en realidad una mujer y que había estado en un convento. "Capitanía General de Chile" Reino de Chile. El relato de sus aventuras se extendió por Europa, y Catalina visitó Roma" donde fue recibida por el papa Urbano VIII" El pontífice la autorizó a continuar vistiendo de hombre. A continuación fue a Nápoles, donde también su presencia suscitó admiración. Paseando por el puerto de aquella ciudad, refiere ella misma en sus memorias, unas jovencitas acompañadas de unos mozalbetes quisieron burlarse de ella, diciéndole: "Signora Catalina, dove si cammina?" A lo que ella respondió: "A darles a ustedes cien pescozones, y cien cuchilladas a quien las quiera defender.» Callaron y se fueron de allí.

Autobiografía y polémica sobre su autoría

Catalina_de_Erauso Autobiografía y polémica sobre su Nueva España, probablemente en la ciudad de Orizaba" estado de Veracruz, donde estableció un negocio de arriería entre la ciudad de México,Veracruz" afirma que su fallecimiento ocurrió en los altos de Orizaba, sola entre sus asnos de carga. Lo más plausible es que haya fallecido en el pueblo de Cotaxtla". De acuerdo con el historiador Joaquín Arroníz, sus restos descansan en la Iglesia del Real Hospital de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de los Hermanos Juaninos, la que hoy en día es popularmente conocida como la Iglesia de San Juan de Dios de la ciudad de Orizaba.

"Veracruz de Ignacio de la Llave" México. Aunque no hay pruebas sólidas que lo respalden, algunos postulan que el Obispo Juan de Palafox intentó trasladar sus restos a la ciudad de Puebla, sede del obispado, pero no lo logró. En cambio, de acuerdo a otros historiadores, los restos de Catalina de Erauso reposan en el mismo lugar en donde murió, en el pueblo de Cotaxtla.

Catalina de Erauso sin embargo, no hay documentación que pueda demostrar de manera fehaciente su fecha y lugar de fallecimiento exactos.Catalina escribió o dictó un libro con sus memorias, habiendo constancia de que fueron publicadas por primera vez en París instancias de Joaquín María Ferrer, una segunda vez en Barcelona en 1838";y por tercera vez 1894" En París, con ilustraciones del artista español Daniel Urrabieta Vierge. A continuación se tradujeron a varios idiomas y se hicieron versiones del tema, como la idealizada de Thomas De Quincey.

Además de estas ediciones, se imprimió una serie de re-ediciones de su autobiografía con posterioridad a la de 1894, y a su vuelta a España fue estrenada una comedia de Juan Pérez de Montalbán", Comedia famosa de la Monja Alférez (1625).

En la actualidad, se ha generado un nuevo debate entre los investigadores de su vida en torno a la autoría de esta autobiografía, que ciertos investigadores tachan de apócrifa y sin ninguna base real por incurrir en algunas inexactitudes y contradicciones cronológicas.No obstante, dada la existencia de partidas de bautismo y testimonios de terceros en torno a su vida y obras, es imposible negar la existencia histórica de esta mujer.

Algunos han querido ver una relación entre lo extraordinario de su vida, y el gusto barroco por retratar personajes marginales y/o deformes o anormales, como el principal motivo de la fama que obtuvo por todo el mundo hispánico a su regreso de América.

"Travestismo y orientación sexual, Catalina menciona alguna aventura en sus memorias, como cuando una ventera la sorprende "andándole a la hija entre las piernas", y también reconoce haber sacado provecho en dos ocasiones de su disfraz de hombre para obtener regalos de sus futuras prometidas, las cuales desconocían su verdadera identidad.

La propia Catalina jamás declaró de manera explícita su orientación sexual, ni siquiera en sus memorias, lo que ha dado pie a fuertes especulaciones entre investigadores modernos, que mantienen opiniones divididas sobre los motivos detrás de estas aventuras.

Así, caben ambas posibilidades: o bien se vio obligada a mostrar atracción hacia las mujeres para mantener su disfraz de aventurero/soldado español del Siglo de Oro (teniendo en cuenta la afición de los soldados españoles de la época a los escarceos amorosos), o bien era realmente lesbiana y recurría a su disfraz de aventurero para disfrutar de su sexualidad sin llamar la atención de las autoridades eclesiásticas, que probablemente la habrían castigado por su orientación sexual (la homosexualidad era penada.

Ello puede implicar además que podría haberse sentido plenamente identificada como hombre, de lo que se derivaría que su disfraz no era tal, sino más bien su forma de expresar su identidad sexual (mediante el travestismo), porque tampoco confesó atracción alguna por hombres en sus memorias.

Catalina de Erauso terminó desapareciendo de la mayoría (si no de todos) los registros históricos conocidos, concretamente en el período de tiempo que discurre entre su vuelta a España en 1624 y su retorno a las Indias, hasta el siglo XVIII. A finales de dicho siglo, según afirma Sonia Pérez-Villanueva, un tal Domingo de Urbirú se hallaba en posesión de una copia manuscrita de sus memorias, la cual fue duplicada por un amigo suyo, el poeta y autor teatral Cándido María Trigueros.

Una de las copias realizadas por Trigueros acabó, al parecer, en manos del académico Juan Bautista Muñoz, el cual se hallaba escribiendo la Historia del Nuevo Mundo e incluyó una mención a Catalina en su obra. Eventualmente, la copia usada como referencia por Muñoz terminó en manos de la Real Academia de Historia en 1784, y posteriormente fue re descubierta a principios del siglo XIX por el político Felipe Bauzá quien convenció a su amigo, el astrónomo y comerciante Joaquín María Ferrer a publicarla. 

Finalmente, el manuscrito fue publicado en 1829 en París por Julio Didot con el título de La historia de la Monja Alférez, escrita por ella misma,y algunas décadas después fue reeditado por Heredia, en 1894, marcando esta versión de su autobiografía el inicio del resurgir del interés y las investigaciones sobre su vida. www.biografíasyvidas


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